martes, 12 de junio de 2012

Medias de seises o ropa limpia


Dos debates futbolísticos se solapan estos días: en Polonia se discute la altura de la hierba del Gdansk Arena, si eso pudo perjudicar a España en su debut frente a Italia en la Eurocopa 2012. Los puristas del fútbol de toque creen que faltó guadaña. En Guadalajara, mientras tanto, discutimos sobre si la severa siega practicada por Terrazas en la plantilla del Dépor ha sido excesiva. Un posible caso de abuso de guadaña, vaya. Como siempre suele suceder, nunca llueve a gusto de todos. Yo tengo bastante claro lo que pienso.

No podía ser de otra manera. La mejor clasificación del Dépor en su historia (16º en Segunda División) ha terminado un poco por peteneras, cosa que, al menos a mí, no me ha sorprendido. Testigos tengo de que hace un par de meses predije una limpieza étnica en la plantilla morada que iba a dejar corta la de Pol Pot y los Jemeres Rojos. Era previsible y aunque ahora tengamos lógicas dudas sobre los materiales de construcción que va a emplear el club en la temporada que comenzará dentro de dos meses, obedece a una lógica muy terracil.

El ahora mánager general, un tipo que desprende un aroma a cuadrícula milimétrica que tumba de espaldas, ha desmantelado el equipo que ascendió, el equipo que ha permanecido siendo el primero en la ficticia clasificación de los recién ascendidos. Ropa limpia, que se dice en el mus cuando tienes un descarte incierto que puede acabar obligándote a un órdago por convicción, tanta que te lleve a perder estrepitosamente el juego con unas medias de seises.

Llama la atención la dialéctica de elogio-hostión con la que ha gestionado sus comparecencias públicas y sus actos. Por un lado, la confianza mostrada en una plantilla que iba a conseguir la permanencia con cierta facilidad, la inflada teoría de la gorra que tanto juego ha dado. Llegado el final, despidos masivos. Son retazos de padre protector que sabe que las sábanas meadas se tienden en la barra de cortinas de la bañera, no en el tendedero a la vista de los vecinos. Pero eso no evita el hecho sustancial: el niño se mea en la cama.

Entre una cosa y otra, la sensación de que el equipo había tocado un techo que no se corresponde con el nuevo objetivo trazado: pelear por plaza de play off de ascenso a Primera, la impresión de que la mayoría de los futbolistas tienen ya poco margen de mejora, que no puedes envidar a la grande con unos seises sin jugarte el cogote y que tienes que esperar al punto porque no llevas juego. Sin embargo, a mí particularmente me da la impresión de que hay algo más que sólo ha asomado las orejitas al cruzar la línea de meta: retrasos en los pagos. Con el puto dinero saliendo a relucir en las horas finales de algunos jugadores en Guadalajara, intuyo que ese vestuario no ha sido un plácido balneario desde hace unos meses, que quizá (sólo quizá) se hayan producido algunos atisbos de rebelión interna que han contribuido al strike, a que los 10 bolos (17 exactamente) hayan terminado desparramados por el parqué.

A lo largo de la temporada, hemos podido percibir con claridad que aquel juego de presión asfixiante por todo el campo que hacíamos en Segunda B, la recuperación y la salida fulgurante y precisa eran a menudo un triste recuerdo. La mayor parte de los partidos hemos vivido de los córners, las faltas, los rebotes y algún punto de genialidad personificada en algunos jugadores. Suficiente para cumplir en el año de debut. No obstante, aquel juego directo, esforzado y poco especulativo exige una sincronización importante y un sacrificio físico que no se apaña con unas medias de cartas bajas. De los 42 partidos, no llegan a la media docena los que podríamos encuadrar en el estilo que nos trajo hasta aquí. Si le concedemos a Terrazas el beneficio de creer que sería muy estúpido que un entrenador variase un modelo que le da resultados, sólo puede haber dos causas:

1.-Falta de cualidades de la plantilla para ponerlo en práctica en esta categoría.
2.-Falta de compromiso de los jugadores por cuestiones extradeportivas.

Sea una o sea otra, Terrazas es un tipo perfeccionista que no parece adormecerse en el campo de amapolas del trabajo pasado. En una magnífica entrevista que le hizo Juanjo Ortega ayer en "Ponte Morado" (recomendable ver los 48 minutos que dura porque no tiene desperdicio -LINK-) afirmaba entre otras perlas que él debe ser el entrenador más fracasado del mundo porque no se pone el listón al borde de la colchoneta como hacen otros, sino a tal altura que el objetivo estimule a que los jugadores y el club mejoren y despierten el interés de una afición.

Es comprensible que en este país en el que nadie se equivoca pese a tener que pedir rescate del 10 % del PIB para bancos que estaban tan cojonudamente administrados que han hundido España resulte difícil entender que haya gente con intereses más elevados que el de la calentita supervivencia por inercia, ese mus de viejos que jugando a la piedra te van jodiendo la partida sin que te enteres.

Aunque no lo diga porque es un caballero de porte inglés, Terrazas tiene muy claro que la plantilla de este año ha rendido de manera un tanto justa, por calidad o por aburguesamiento, puede que por ambas cosas. Aún así, podía haber optado por unos leves retoques y volver a figurar entre los diez últimos quizá sin demasiados apuros, habernos contado el cuento de que sin invertir trillones en un delantero killer del requetecopón y un cerebro para el centro del campo nivel Stephen Hawking no podemos aspirar a más. Él no es así.

En lugar de eso, Terrazas ha lanzado sobre el tapete las medias de seises y persigue otras cartas que se acomoden a la grande y al juego, que nos permitan ganar ocho o diez chinos más que una tediosa espera a los pares. Obviamente la cosa tiene sus riesgos. No sería la primera vez que se tiran las medias de seises y aparecen cuatro cartas descastadas que te condenan a jugar al paso con cara de asco delator. Pero siendo conservadores, Fernando Alonso jamás hubiese abandonado el Renault que le hizo bicampeón y Rafa Nadal se habría retirado rico e hijo predilecto de Baleares tras sus pertinaces y dolorosas lesiones.

El fútbol es emoción ¿no? Pues ahí la tenéis. Contamos con un entrenador-mánager general atípico, capaz de arriesgarlo todo por seguir apostando a prosperar en lugar de refugiarse en lo seguro. Y encima pagaremos más baratos los abonos. Al margen de un par de cuestiones personales con algún que otro jugador al que tengo más estima por el conjunto de su trayectoria que por esta temporada, mi guadaña no hubiese estado mucho menos afilada que la suya, sinceramente. Poco más hubiese salvado, incluso puede que algo menos si no fuera por la letra pequeña de algunos contratos. Entre los cuatro que han renovado automáticamente él sabe que hay más de uno al que se le va a pelar el culo en el banquillo a poco que se acierte con los fichajes.

Por último, no quiero dejar pasar la ocasión de preguntar por las carencias vitamínicas de su dieta a todos aquellos/as aficionados/as que han estado desde agosto subrayando lo malos malísimos que éramos y ahora atacan a Terrazas por haber dado la baja a un número equivalente a la población de Andorra. De verdad, no me aclaro con esa contradicción. También puede que sean los mismos/as que ahora resulta que adoran a Celestino Vallejo, el hombre de las "tareas administrativas" al que querían deportar un par de años atrás a Soria con billete-sólo-ida por los fichajes que hacía y por su conchabeo con la CIA, el FBI y el Departamento de Estado.

Señor, dame fuerzas... Y un pico de los 100.000 millones de la banca.

8 comentarios:

  1. Eres la ostia Kilgore¡¡ AUPA DEPOR¡¡

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  2. Impresionante. Te vas superando. Mi blog de referencia deportivista. ¡Aúpa Kilgore!

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  3. Bien Kilgore, bien. Pocas entradas en el blog, pero de esas que como dicen en mi pueblo "por donde pasan, mojan". Poquito más que decir. Si acaso rescatar un refrán que podrán aplicarse aquellos que de una forma u otra se puedan sentir aludidos por tu, una vez más, atinadísima descripción de la realidad: "El que se pica, ajos come"
    Por cierto, yo también quiero una parte de los 100.000 millones, que al fin y al cabo van a salir de mis costillas (y de las de todos, claro. Al menos de las de aquellos que vivimos de una nómina).
    ¡¡¡AÚPA DPOR SIEMPRE!!!

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  4. Totalmente de acuerdo a tus opiniones. Muy buenas palabras que describen la realidad tal y como está pasando...

    Ojala todo esto (en referente a nuestro depor) llegue a buen puerto, lo merecemos tod@s los morad@s. Gracias Kilgore.

    Nekal

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  5. Lo has clavado. Enhorabuena. No se puede vivir de recuerdos

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  6. Genial, como siempre

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  7. Enorme Kilgore, ¡¡BRAVO!! Sólo una pregunta: ¿Crees que Jorge, Sanmiguel e Iván Moreno, por su trayectoria en el Dépor, merecen un sitio en tu sección de Mitos junto a Marín, Rubiñán y Lapetra?

    Gracias y ¡¡¡Aúpa Dpor Siempre!!!

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  8. Joder Kilgore, cuanto peloteo. Si lo sé entro como anónimo y te pongo a escurrir. Qué coño, de hecho lo voy a hacer:
    Anónimo 13 de junio de 2.012 12:12
    Pues yo creo que no tienes ni puta idea y que no dices nada más que sandeces (eso creo, porque no entiendo el 90% de las palabras que usas). Me parece que eres como Terrazas, un bocazas de Bilbao que no piensa ni lo que dice ni lo que hace. Ha largado a 17 futbolistas que merecían continuar otra temporada. Así, cuando lleque el momento de jugarnos otra vez la permanencia, podrán demostrar su amor al Club. Y si de paso pueden cobrar lo que se les debe, aprovechando ese momento crítico para hacer un poquito de presión... Es lo suyo, coño, que yo también lo haría. Total, los futbolistas son trabajadores como los demás: que no cobras, no trabajas. Y punto.
    Así que los fichajes que vengan este año van a pensar "cualquiera se toca la breva en el Dpor, que por menos de nada no te renuevan. Vamos a tener que estar a tope todo el puto año" Y claro, así no se puede, es que no va a querer venir ningún futbolista (salvo algún despistado que no se haya enterado de la "Terradegollina".
    En resumen, una vergüenza lo de Terrazas y también lo tuyo Kilgore que le tienes en un pedestal...

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